Cuando se consigue un ascenso deportivo de la manera que lo ha hecho Zurt, lo lógico y normal es que se nos remuevan las tripas, que aflore el sentimiento de que hay que hacer todo lo humanamente posible por estar en LF-2. Porque nuestro equipo sénior ha hecho una campaña excepcional (superando todas las adversidades), un trabajo espectacular de fe y ganas que ha culminado con una fase soberbia. Nos ha generado una euforia colectiva que nos gustaría vivir todos los fines de semana, pero que desgraciadamente debemos y tenemos que controlar.

La junta directiva de Iraurgi, con su gerente y director técnico a la cabeza, ya se han puesto a trabajar sobre la nueva situación que se nos plantea. La convivencia de dos proyectos deportivos de las magnitudes de un Adecco Plata y una LF-2 va a ser terriblemente complicada, principalmente por cuestiones económicas. Los tiempos de los grandes patrocinadores que encontraban en el basket una plataforma magnífica para dar a conocer su marca ya pasaron. A duras penas se consiguen aportaciones que completen el 10% (en el mejor de los casos) de los presupuestos y la dinámica no tiene pinta de que vaya a mejorar en breve. Iraurgi ya lleva unos cuantos años reinventándose en el tema económico para seguir manteniendo su proyecto masculino en la tercera categoría estatal.

Al problema económico se le añade la dificultad de conseguir que los jugadores gipuzkoanos se integren en este proyecto. Pocos son los que quieren hacer el esfuerzo de jugar en la categoría y asumir cuatro días de entrenamiento +el partido, todo ello cobrando unas cantidades ínfimas (para lo que se paga en este mundo), a pesar de tener todas las garantías de que Iraurgi es de los pocos clubes que pagan y cumplen con sus acuerdos. No hay voluntad. Los tiempos de la gente comprometida a muerte también pasaron.

Sin embargo la sección femenina tiene un recorrido mucho más largo en lo que a volumen de jugadoras se refiere. A nuestras sénior (duras, correosas y luchadoras donde las haya) tenemos que sumarle el equipo júnior Aranur (campeón de Euskadi y tercero del estado), Gerdau (campeón de Euskadi y jugando el estatal este fin de semana), Iragaz que consiguió plaza para jugar en Liga Vasca haciendo un gran papel en las categorías provinciales, Eliku campeón de Gipuzkoa Infantil y con muchas posibilidades de hacer un buen papel en el próximo campeonato de Euskadi de rendimiento y Sarralle, que ha sido campeón de Gipuzkoa en participación y con muchas esperanzas de seguir la misma trayectoria de Eliku en el campeonato de Euskadi.

Está claro que Iraurgi tiene los suficientes recursos humanos (y con calidad) como para plantearse hacer el esfuerzo de embarcarse en LF-2.

Se abre un periodo de reflexión repleto de reuniones. Las instituciones van a jugar un papel fundamental para lo bueno y para lo malo. Está claro que sin su apoyo todo este proyecto deportivo será un gigante con pies de barro y con fecha de caducidad. Nuestras gestas deportivas están consiguiendo que Azpeitia / Azkoitia y toda la comarca esté en boca de todo el baloncesto estatal y eso es algo que tienen que valorar. El sector empresarial de la comarca también debe de involucrarse con firmeza en él, a pesar de vivir tiempos realmente complicados tienen que ayudarnos a que nuestr@s jugador@s puedan tener un baloncesto de élite en la puerta de su casa. Un baloncesto que les genere la necesidad de ser mejores y de tener la posibilidad de ser ell@s l@s que defiendan el escudo de Iraurgi en la cima del basket.

Y que no se nos olvide, disfrutamos de este escenario porque deportivamente lo hemos conseguido.

El club lo va a pelear, siempre lo ha hecho. Se va a volcar en dar otro paso de calidad porque nuestra cantera nos lo está demandando y porque tenemos un compromiso moral con ell@s.

Les pedimos ser l@s mejores y ahora no l@s vamos a dejar tirad@s.