De Portland a Idaho (I)

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Aitor Zurbizarreta cambia de aires en su experiencia universitaria.

Tras su paso por las categorías inferiores de Iraurgi, haber jugado en Primera Nacional y en la Adecco Plata, Aitor puso rumbo a Portland. El interés mostrado por la Universidad caló hondo en la familia Zubizarreta y apoyaron la marcha de su hijo a USA, la consideraron una buena oportunidad académica y deportiva.

Ha concluido su segundo año en los Portland Pilots y ha decidido cambiar de aires, buscar un acomodo en el que pueda seguir desarrollando con plenitud sus estudios y hacerse mejor jugador de baloncesto. Su papel en los Pilots no ha sido relevante esta temporada, ha participado en 25 partidos con una media de 5.9 minutos en pista. Quizás no ha sabido darles a sus entrenadores lo que ellos deseaban, quizás sus entrenadores no han sabido transmitirle lo que deseaban de él, quizás su creatividad ofensiva y su espontaneidad con un balón de baloncesto en las manos, simplemente no encajaba en el perfil táctico de la universidad.

Lo que está claro es que cuando te lanzas a la aventura de formarte al máximo académica y deportivamente a 12.478 kilómetros de tu casa, 5.9 minutos por partido en una universidad que no va a ganar títulos son muy pocos argumentos para seguir en ella. Académicamente Aitor ha superado con creces la mejor de sus expectativas y ha finalizado su segundo año sobradamente. Su nivel de inglés roza la perfección y se ha hecho constante en los hábitos de estudio, una asignatura pendiente en su época de instituto.

Pero no sólo se ha hecho mayor como persona, también como jugador ha madurado. Ha sabido rentabilizar su presencia en Portland y ha fortalecido facetas del juego en las que no era aplicado. Quizás para muchos puede no compensar estar tan lejos de tu casa y no tener la recompensa de minutos en pista, pero Aitor decidió ver el vaso medio lleno. El apoyo de su familia ha sido fundamental en algunos momentos de la temporada, la tecnología nos acerca en la distancia, nos concede el privilegio de poder comunicarnos al instante, de vernos cara a cara y saber cómo se encuentra nuestro interlocutor. La familia Zubizarreta siempre ha estado ahí cuando Aitor lo ha necesitado.

Ahora quiere jugar, quiere volver a sentirse jugador, quiere formar parte de un proyecto en el que su creatividad sea valorada, quiere tener la oportunidad de ser un jugador importante. Para ello ha sido consecuente y ha apostado por la que considera su mejor opción, la que más le ha cautivado. Muchas universidades llamaron a su puerta cuando hizo pública su marcha de Portland, pero decidió que solamente serían 5 las propuestas que estudiaría, cuando las cosas las tienes claras no necesitas que el abanico sea demasiado amplio.

Cualquier otro jugador hubiera preferido seguir en la primera división universitaria, seguir haciendo un currículo atractivo que después sirva de carta de presentación para volver a Europa. Cualquier otro se hubiera arriesgado a militar en otra universidad de primer nivel, pero la posibilidad de que se repita su escasa participación en el equipo ha marcado su decisión. Ha dado un par de pasos hacia atrás y ha buscado acomodo en NAIA (National Association of Intercollegiate Athletics), una competición creada en 1937 por James Naismit que da cobertura a las universidades y a los colegios más pequeños. Fue la primera competición en aceptar a deportistas de color, algo impensable en la élite baloncestística en 1948. Pippen, Dennis Rodman, Willis Reed , Earl Monroe y el mismísimo Karl Malone fueron jugadores que salieron de ésta competición……………

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