El halago debilita

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David comentaba esta sentencia en su crónica de Calderería Pako. Me siento identificado con ella. Txikerra comenzó el año retomando viejas y malas costumbres: mala rutina de trabajo semanal, poco espíritu de trabajo y mucha soberbia. Easo Aballarri nos dio un bofetón de realidad.

Primer cuarto desastroso (7-8), sin espíritu en defensa, sin disciplina en ataque y sin ganas de demostrar que hemos dado un paso adelante.

En el segundo cuarto los locales nos dominaron con autoridad (14-7). Su defensa impecable (se lo pusimos fácil) y en ataque haciéndonos daño en nuestros puntos débiles (que el sábado fueron muchos).

El orgullo hizo acto de presencia en el tercer cuarto. Bastante centrados en defensa y con mucha verticalidad el ataque, Txikerra parecía reencontrarse a sí mismo y se liberaba de la pereza. 12-21 de parcial y nos poníamos por delante en el marcador (33-36) con todo a nuestro favor para rematar.

Pero no fuimos capaces de hacerlo (14-9). Easo apretaba en defensa y nuestra fluidez desapareció, además nosotros en defensa nos pusimos a regalar faltas y permitimos a los locales pegarse un festín de tiros libres. A pesar de los pesares conseguimos entrar en el último minuto con +2, pero dos malas defensas (y dos ataques desastrosos) permitieron a los locales empatar el partido a 45. A 10 segundos del final pedimos un tiempo muerto para buscar la canasta ganadora, pero la cagamos en el saque y les permitimos a los locales anotar la bandeja del triunfo.

Hay días que es mejor no levantarse de la cama y el sábado fue uno de esos.

Mal camino y mala línea. Muy decepcionado y triste.

El halago debilita…………

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