Que el equipo de Marín fuera superando sucesivamente a equipos como Real Madrid, Valencia, Joventut o Unicaja, todos de la Liga Endesa, hizo de la magnífica afición local fuera incrementando su apoyo, propiciando que en las granas hubiera tanto espectáculo como en la cancha. Un clima que no se había nunca en un campeonato de esta categoría. El presidente del club, Luis Santiago, muy satisfecho por el desarrollo del Torneo y por la actuación de su equipo, decía que al pabellón de A Raña habría que llamarlo Oaka Raña, tal era la pasión desatada en él.

A lo largo del reportaje descubrimos a la inmensa mayoría de los jugadores de las generaciones del 96 y del 97. Empezando los 50 puntos de valoración de Bokumanya, pívot de Torrelodones, en el partido en el que el escolta internacional del Grupo Zaher de Azpeitia, Xabi Oroz llegó a los 46. En los siguientes partidos Oroz valoró 49, 45 y 30; todo un alarde. En la final, el pívot del Marín Kapita llegó a los 48, anotando 33, con !12 de 12 en tiros libres! que quedaron eclipsados con los 7 triples de 12 intentos (tres de ellos en los últimos dos minutos) del escolta del Cajasol Diego Gallardo.

Fue el campeonato de los prodigios y todos ellos los contamos esta semana en Gigantes del Basket.