Las bizkainas comenzaron bien el encuentro y endosaron un parcial de 0-6 que forzaba el tiempo muerto local. Las nuestras saltaron al campo sin mucho entusiasmo defensivo y sin ningún tipo de chispa ofensiva. Tras el tiempo muerto el equipo se puso a trabajar atrás y la buena defensa de las líneas de pase le permitió conseguir muchas recuperaciones. El equipo comenzó a correr y desbordó por completo a Tabirako que tenía un problema importante con el balance defensivo. La fluidez ofensiva permitió a Iraurgi distanciarse en el marcador y llegar al final del primer cuarto con +17.

El segundo cuarto Gerdau mantuvo un nivel defensivo alto pero dio síntomas de relajación en ataque. Los porcentajes de anotación cayeron en picado y las nuestras se empeñaron en fallar situaciones claras debajo del aro. Muy relajadas en las finalizaciones aporrearon el aro una y otra vez. Tabirako no dio muestras de tener muchos recursos en defensa y en ataque su selección de tiro fue nefasta. Con esta tesitura se llegó al descanso con +21 y el partido decidido para Iraurgi.

Tras el descanso el juego no mejoró, más bien todo lo contrario. A la ineficacia anotadora se le unieron los despistes defensivos, síntoma inequívoco de que la tensión en el equipo había desaparecido por completo. Las rotaciones apenas aportaban frescura al juego en ninguna faceta, y el partido entró en una dinámica aburrida y desesperante. Tabirako también estuvo en la misma onda que Iraurgi y tampoco aportó cosas interesantes al partido. Tan sólo en el último cuarto supo reinventarse y nos dejó detalles interesantes.

Balance positivo por la victoria pero muy lejos del verdadero nivel deportivo que este equipo puede dar en la competición. La flojera del rival tampoco ayudó a que sacaran lo mejor de sí mismas. Después de lo visto el sábado hay que ser optimistas, el equipo sólo puede ir a más.

A seguir trabajando.