Unamuno es uno de los favoritos (junto a Baskonia) para ganar la liga. Un equipo con jugadores interiores fuertes y con mucha altura, muy superiores a nosotros. La defensa en el poste bajo y asegurar el rebote generó muchos problemas a los de Iraurgi.

El comienzo del partido fue muy conservador por parte de ambos equipos. Centraron sus fuerzas en armar sus defensas y renunciaron a la posibilidad de correr, la mayoría del juego ofensivo de Unamuno y Zaher se centró en el ataque estático. Los nuestros no lo hicieron mal y llegaron en muchas ocasiones a conseguir hacer sus tiros, pero el balón no quiso entrar. 16-11 de parcial para los locales, Zaher había superado con una buena nota el primer cuarto.

En el segundo cuarto los dos equipos consiguieron anotar con fluidez y además mantuvieron una buena intensidad defensiva. Zaher defendió al límite y consiguió plantar cara a los bizkainos que se tuvieron que emplear a fondo. La superioridad local dentro de la zona era patente, pero los de Iraurgi estuvieron muy bien en el trabajo de ayudas a sus interiores y anuló, durante muchos minutos, a los exteriores de Unamuno. El intercambio de puntos fue favorable para los locales, 22-18, Pero Zaher seguía vivo en el partido y con opciones de victoria.

Pero la salida del vestuario fue demoledora. Unamuno rápidamente sumó un 9-0 de parcial y se puso +18 en el marcador. Los bizkainos castigaron duramente los errores de Zaher que sufría un bloqueo importante, los chicos de Enaitz fueron superados claramente tanto en la pintura como en el perímetro. Los técnicos tuvieron claro que había llegado la hora de solucionar problemas y de olvidarse definitivamente del resultado. 21-11 de parcial favorable para los locales.

Pero cuando el marcador parecía cerrado definitivamente para los nuestros llegaron los mejores minutos de Zaher. Unamuno se relajó pensando que todo estaba hecho y se llevó una sorpresa. Los de Iraurgi sacaron raza y desplegaron un juego espectacular. Defensivamente recuperó (y duplicó) la intensidad y ofensivamente empezó a ver el aro como si fuera una piscina. A falta de un minuto Zaher consiguió ponerse a 6 puntos (74-68), pero le faltó tiempo para culminar la remontada. 17-29 de parcial para los nuestros que hicieron un cuarto casi perfecto.

En líneas generales, y asumiendo los muchos fallos cometidos, el equipo supo competir en una pista difícil y en la que pocos equipos van a ganar. El carácter y el espíritu mostrado en el último acto fueron muy del agrado de sus técnicos.

El próximo fin de semana Campeonato de Euskadi con cuatro jugadores del equipo en la selección. Tanto los entrenadores como sus compañeros les desean las mejores de las suertes.

Zaher volverá a jugar el día 7 contra el Ointxe Arrasate, para terminar la primera vuelta.