El halago debilita. Esta frase la dijo un entrenador de ACB en la actualidad, y el partido del sábado fue un claro ejemplo. Un triste punto en los cinco primeros minutos no presagiaba nada bueno. Sin ritmo, desacertados y en resumen lejos del nivel que pueden dar, los de Calderería Pako veían como los visitantes anotaban con fluidez, ante la precipitación ofensiva local iban abriendo brecha en el marcador hasta el 10-25 del final del primer cuarto.

El segundo cuarto seguía presente la superioridad en el día de ayer de los donostiarras. Ampliaban hasta los 20 puntos la distancia en el marcador ya que, pese a una leve mejoría en el ataque de los de Iraurgi, la defensa seguía encajando con facilidad. En este segundo cuarto recibían otros 20 puntos y al descanso el marcador era 25-45.

El tercer cuarto fue el mejor en la mañana del sábado para Calderería Pako ISB. Fue el cuarto que más anotó y que menos encajó, 23-15 de parcial. Por momentos recuperaba la intensidad defensiva con todo lo que eso supone: facilidad para anotar en contraataque, robos, etc. Al final del cuarto la ventaja era de 12 puntos para los de Aiete (48-60).

El último cuarto comenzaba con otro estirón visitante y pese a los esfuerzos de los granates que servían para rebajar la diferencia por debajo de la decena lo cierto es que la victoria de los donostiarras no peligró.

Con este partido termina la primera fase de la competición. En la siguiente fase los equipos de A-2 se juntan con los de A-1.