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Añares Rioja ISB ha vuelto a perder por un resultado abultado, pero durante algunos minutos ha podido plantar cara y se ha visto una ligera mejoría respecto a partidos anteriores (89-48).

Antes de comenzar el partido, Añares Rioja ISB sabía a la perfección quese enfrentaban al peor rival posible para ellas. No sólo por la paliza de viaje que se han metido, o porque Cadí tenga uno de los mejores equipos de la competición, sino porque hacerle frente al juego presionante que hacen las catalanas se hace insufrible para las guipuzcoanas.
Sólo hay que ver el comienzo del partido para ver que Añares poco tenía que hacer hoy. Stanacev ha puesto la directa con dos triples consecutivos y en defensa las locales han ahogado una y otra vez la salida de visitante para robar balones y conseguir en carrera canastas fáciles. El aro visitante era un sumidero por donde los balones entraban a borbotones. Y es que las locales en todo momento han tenido alguna jugadora destacada en ataque, ha comenzado la base serbia Stanacev, le ha seguido Belen Arrojo y a esta le ha tomado el relevo Nicole Romeo. Solo en las pocas ocasiones que ha podido romper la presión ha conseguido algo positivo Añares. Y es que tampoco cuando ha llegado a jugar en estático han estado acertadas las de Joseba Lizarralde, que han fallado muchas acciones, incluso estando sólas bajo el aro (38-11). En el segundo cuarto ha conseguido Iraurgi parar la sangría de puntos recibidos y durante algunos minutos incluso ha llegado a competir de tu a tu a su rival, pero en la recta final han vuelto los fallos tontos y sobre todo la incapacidad de cerrar el rebote. Al final al descanso se han llegado 51 a 19.
No parece que haya sentado mal el paso por vestuarios a Añares, o quizá si lo haya hecho en Cadí, que se ha visto superado por un equipo que aún sabiendo que lo tiene todo perdido quiere seguir peleando. Sólo los rebotes ofensivos daban algo de vida a las locales, pero Iraurgi, con paciencia ha encontrado las mejores soluciones durante muchos minutos en ataque, y en la zona planteada en defensa, la agresividad ha permitido recuperar más de un balon. La distancia era insalvable, pero por lo menos se veía disfrutar del baloncesto al grupo. Hacía tiempo que no se ganaba un parcial y hoy se ha conseguido (13-16). A Roselis no le ha sentado bien el parón, está claro, y ya no tiene la chispa de finales de año, pero cuando entra en juego su equipo lo nota. De la misma manera que cuando Davydova deja su frialdad a un lado para luchar bajo los aros. Las referencias ayudan al equipo siempre y cuando no jueguen solo para ellas. Se han quitado la presión del marcador las del Iraurgi y han empezado a competir. Ha podido salirles mejor o peor, pero por lo menos han sido capaces de decirle a sus rivales que estaban ahí. Sólo en los momentos finales y ya con todo decidido han cedido ante la incomoda presión local las guipuzcoanas. Algo que ha hecho que la diferencia en el marcador haya sido mucho mayor de lo que la segunda parte ha merecido. Lo lógico hoy era perder por otro resultado abultado y así ha sido, pero en la segunda parte al menos se podido ver un paso adelante respecto a anteriores partidos. Algo que puede ser importante de cara a la siguiente cita contra el Campus Promete riojano en casa. Al final 89-48.
Fichta técnica: (38-11/13-8/13-16/25-13)
CADÍ LA SEU: Stanacev (11), Abalde (8), Arrojo (18), Pérez (2), Gil (11) – Vilaró (2), Romeo (22), Montoliú (7), Bahi (8).
AÑARES RIOJA ISB: Uria, Etxeberria, Davydova (12), Silva (14), Markovic (11) – Arregi, Bereziartu (3), Zubizarreta (4), Lizarazu (2), Astigarraga (2).

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